jueves, 22 de mayo de 2014

San Juan de la Cruz: su poesía

  San Juan de la Cruz (su verdadero nombre Juan de Yepes)  fue fundador -con Santa Teresa de Ávila- de las Carmelitas de Descalzas, doctor de teología mística.  Nació en Fontiberos, Castilla Vieja, el 24 junio, 1542; falleció en Ubeda, Andalucía, el 14 de Diciembre de 1591.

  Padeció mucho durante su vida como fraile, fue perseguido y encarcelado. En su poesía en castellano antiguo muestra su habilidad para jugar, combinar y expresarse con las palabras. Los poemas compuestos durante su cautiverio guardan mucho de reglas mnemotécnicas dado que no poseía papel para transcribirlos [R. Senabre, 1993]. Un cuadernillo proporcionado finalmente por un carcelero compasivo, que el santo pudo salvar en su huida, atesoraría el repertorio nuclear de la obra poética sanjuanista.

  Aquí te comparto el poema Entreme donde no supe:


4. Coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación.

Entréme donde no supe:
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

1. Yo no supe dónde estaba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

2. De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.

3. Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo.
toda ciencia trascendiendo.

4. El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

5. Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

6. Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

7. Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que la puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.

8. Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo. 

San Juan de la Cruz


Fuentes:




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