Aunque resulte una
obviedad no está de más decir que quien escribe este blog, es decir yo, es una
persona como todas. Tengo una serie de virtudes y de debilidades, me equivoco
como nos equivocamos todos los mortales. El hecho de escribir me permite
expresar, pero a la vez me genera una serie de dudas y temores ¿haré bien en
escribir?, ¿gustará lo que escribo?, ¿resultaré soberbia, egocéntrica,…?, ¿se
malinterpretarán mis palabras? y muchas, muchas dudas más.
En ningún momento se
me cruzó por la cabeza escribir y hacerlo público como un medio para “figurar”.
Todo lo contrario, no me llevo bien con la exposición. Sin embargo he creído
conveniente compartir lo que escribo y así poder alegrar a alguien, llevar una
palabra de esperanza, ayudar a poner palabras a eso que a veces nos sucede,
llegar al corazón y movilizarlo de un modo positivo, generar interrogantes,
mover a reflexión.
La vida es un camino
que cada uno transita y por lo tanto es un camino personal y subjetivo (así son las expresiones que se
publican en este blog).
Todos gozamos de momentos de alegría y de los otros, donde las dificultades en
ocasiones borran la sonrisa, enceguecen y nos impiden disfrutar. Cuando estos
momentos lleguen no te amargues, buscá ayuda, la fe -si es que tenés fe- salva,
llenate de energía y sabiduría y saldrás adelante teniendo en tu haber un paso
más en el sabroso camino de crecimiento personal.
Vivir vale la pena. ¡Adelante!
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