Si ya dejaste atrás la infancia, si
la adultez pretende cercenar las alas del niño que aun eres….
Aquí comparto este breve poema:
Niños
Cantame una canción de
cuna,
soplame los mocos una y
mil veces.
Atame los cordones de las
zapatillas,
y salgamos a pasear por
el parque.
Soltemos globos, muchos
globos al aire,
remontemos un barrilete,
busquemos bichitos debajo
de las piedras
y juguemos a la escondida
en últimas horas de la tarde.
¡Pica!
Niños, niños.
Seamos niños.
Que el reloj de la vida
retroceda,
a ese lugar sin tiempo ni
preocupaciones.
Dale, ¡seamos niños!
Que la vida es demasiado
corta,
para vivirla como
adultos.
Victorina
La edad adulta supone la capacidad del ser
humano de valerse por sí mismo, de ser independiente, de cuidar y hacerse cargo
de aquellos que aun no son adultos, es decir los niños.
Que la adultez no aparte al niño que llevamos
dentro. A ese niño con su inocencia, con su espontaneidad, con su capacidad
para el asombro. A ese niño que no puede y no sabe medir el tiempo en minutos
ni horas. A ese niño que disfruta de las pequeñas cosas, de las más simples. A
ese niño que tratamos de quitar de nuestro ser para sentirnos grandes, pero que
nos devuelve la frescura de la vida.
Imagen extraída de:
http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/extraescolares-para-menores-de-seis-anos
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